Menudo fin de semana que hemos tenido, tengo las manos arrugadas de tenerlas tanto tiempo en agua, y no, no he estado en ningún spa, ni balneario, ni nada eso, ójala fuera verdad. Como bien habéis visto, ayer tocó cambiar la caldera, como toda mujer sabe eso conlleva a limpieza extra por cada rincón donde no se puede limpiar nunca, más todo lo que se pringa en un trabajo de este calibre, pues bien, hoy ha tocado la Mepansa o como alguno le llamaréis el extractor de humos, sí, ya puestos a cambiar cosas vayamos terminando de cambiarlas, no queda mucho, horno, (que no quiero cambiarlo) y ese plástico que une la pared y la encimera, por aquí en casa le llamamos copete, pero ya será otro día. Total que después de mucho limpiar y recolocar y más limpiar he terminado muerta de cansancio de tal manera que me he dormido en el sofá y me he despertado dándome cuenta que no he puesto la foto del día, otra vez a comerme el coco. Esta es la luz que me acompaña todas las noches, me gusta encenderla y desear unos felices sueños y un gran día para todos mis familiares, amigos y conocidos. Va por vosotros!
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